
Todavía no comprendo el malestar y la presunción que nace dentro mió, acaso mis esfuerzos no son los que yo esperaba; no se siente satisfecho mi corazón, mi alma quiere ser libre nuevamente al saber que la prisión no es producto de placidez en mi corazón, y en mi mente surgen todas aquellas situaciones que una ves hirieron.
Para que tantos esfuerzos si así y todo siento un vació enorme en mi alma en mí ser, un abatimiento inaguantable.
Mil pensamientos, mil sentimientos, y solo emito un silencio crudo, solo se escucha el viento, se me forma un nudo en mi garganta, y se siente a cada ves mas inmensa la angustia mi corazón, es como que alguien lo agarrase y apretase sin compasión alguna.
Aguanto mis lágrimas, suspiro, suspiro tanto, pero que ni así se va la bronca, el dolor, las ganas inmensas de llorar.
El cansancio, se hace dueño de mi cuerpo, de mi alma, de mis pensamientos; y la tristeza aprovecha mi debilidad y se aferra a mi corazón, llenándolo de dudas de un sin fin de cuestiones sin respuestas, ¿Acaso tengo alguna escapatoria a tanto dolor?
No quiero dar lastima, ni que me tengan compasión, mi mente llegara a una única conclusión, pues mis esfuerzos no son nada, entonces buscare para quieres si lo serán.
En fin, uno da todo, sin pedir nada a cambio, solo el simple reconocimiento, que hace dichoso al corazón, ya que así siente que hizo el bien entre los suyos.
F: Débora
Para que tantos esfuerzos si así y todo siento un vació enorme en mi alma en mí ser, un abatimiento inaguantable.
Mil pensamientos, mil sentimientos, y solo emito un silencio crudo, solo se escucha el viento, se me forma un nudo en mi garganta, y se siente a cada ves mas inmensa la angustia mi corazón, es como que alguien lo agarrase y apretase sin compasión alguna.
Aguanto mis lágrimas, suspiro, suspiro tanto, pero que ni así se va la bronca, el dolor, las ganas inmensas de llorar.
El cansancio, se hace dueño de mi cuerpo, de mi alma, de mis pensamientos; y la tristeza aprovecha mi debilidad y se aferra a mi corazón, llenándolo de dudas de un sin fin de cuestiones sin respuestas, ¿Acaso tengo alguna escapatoria a tanto dolor?
No quiero dar lastima, ni que me tengan compasión, mi mente llegara a una única conclusión, pues mis esfuerzos no son nada, entonces buscare para quieres si lo serán.
En fin, uno da todo, sin pedir nada a cambio, solo el simple reconocimiento, que hace dichoso al corazón, ya que así siente que hizo el bien entre los suyos.
F: Débora